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Undécimo destino: Alemania. Comienzo bajo para acabar con un subidón inmenso!


Dejamos los maravillosos prados de Meppel para dar comienzo a una nueva etapa: Alemania! Un destino desconocido para Eneko y para mi y que teníamos muchas ganas de conocer. La entrada al país no podía ser otra que un tiempo horroroso: lluvia a cantaros, muy poca visibilidad en la carretera, cristales empañados a mas no poder. Nuestro primer destino tuvo que ser obligado. No es que tuviéramos destino fijo, pero nos habíamos hecho a la idea de hacer mas KM de los que hicimos. La parada obligada fue en Leer. No sabemos si a causa del tiempo horrible, nuestro estado anímico o qué pero no estábamos a gusto en ese sitio (CREEMOS QUE INFLUYÓ MUCHO LA MALA ENTRADA QUE TUVIMOS, YA QUE EL SITIO NO ESTABA MAL).

Al día siguiente, salimos en busca de mejores vibraciones, vale que el tiempo no era el de nuestro agrado pero el viaje no podía parar, teníamos que buscar nuestros bonitos paisajes, gente agradable y momentos especiales! Después de una búsqueda intensa, decidimos ir hacia Rotemburg, a un are de caravanas al lado de un gran lago (Weichelsee). Cuando llegamos alucinamos por el sitio. Nos pareció precioso y eso que el tiempo continuaba siendo malo pero malo! Nos instalamos como pudimos o mejor dicho tiramos todo debajo de un árbol, nos vestimos para la ocasión: katiuskas y chubasquero y nos pusimos a pasear por la zona. Un sitio tranquilo, con mucha gente deportista que acudía a hacer gimnasia a ultima hora de la tarde y una terraza-bar cerca con gente muy simpática. Los días fueron muy de reflexión, paciencia y estar con nosotrxs mismos. Las caravanas y furgonetas venían y se iban y dada la situación pocas ocasiones se daban para entablar conversación.

Una de las grandes incógnitas de mucha gente y nuestra era en invierno qué hacer: mal tiempo frió, lluvia etc. pues bien, sin quererlo ya estábamos experimentando situaciones cotidianas de puro invierno (por lo menos clima parecido al que conocemos de nuestra tierra en invierno). No era lo que buscábamos pero de todo se aprende y todo se valora mas después de estar días y días de bajón sin muchas historias que contar mas que las bromas que íbamos haciéndonos para echar unas carcajadas. Cuando el tiempo daba un respiro y salia un rallito de sol, nos íbamos a hacer la croqueta a la arena como locxs! La verdad que han sido momentos duros y no es lo que mas nos haya gustado: no conocimos mucha gente, era muy incomodo estar entre lluvia, frío y barro; no pudimos vender nada y veníamos de un golpetón en la cuenta por el tema hospital y que estamos aprendiendo cómo gestionar el dinero y hacer el viaje adaptado a nuestro presupuesto reducido. Pero ahora lo recordamos como otra fase de aprendizaje y no tan mala; jeje. Está claro que iremos aprendiendo, pero que el clima es un gran factor a tener en cuenta para llevar adelante nuestro proyecto no podemos dudarlo; es por ello que lo tendremos en cuenta a la hora de dirigirnos a un lado u otro.

Tocaba movernos, estuvimos a gusto en Rotemburg, pero necesitábamos cambiar de aires, conocer un sitio nuevo y con ello nueva gente. No teníamos ni idea hacia donde ir y en ese instante nos hablaron de un sitio que al parecer nos iba al dedillo (luego confirmaríamos de que así era!). No había mas que hablar, aquel hombre, que había aparcado su gran casa con ruedas cerca de nuestro pequeño hogar nos había dado una opción y una motivación de dirigirnos hacia Camping Langholz. Lo que pudimos leer en su web nos gusto y teníamos la esperanza de que la situación en general mejorara.

Llegamos al famoso sitio y la entrada fue buena, estaba bastante lleno y hubo un momento en el que pensamos que no íbamos a tener sitio, pero no fue así! Nos atendieron genial y nos indicaron cual iba a ser nuestro trocito de tierra los días que estuviéramos allí. Enfrente del mar, guau! que mas podíamos pedir! Después vinieron las dudas, este lugar era precioso, pero no sabíamos de cuanto dinero estábamos hablando y si podríamos poner en marcha algún concierto o venta de productos para poder continuar con la autofinanciación ,"habría que hablarlo e intentarlo! "pensamos.

De momento tocaba disfrutar un poco, el tiempo era muchísimo mejor que los días anteriores habíamos tenido, Aysel estaba super contenta de ver tantxs niñxs corretear descalzxs y un concierto estaba a punto de comenzar! Bailamos todo lo que nos apeteció y nada mas llegar comenzaron los momentos que más nos gustan del viaje: las conversaciones eternas con gente nueva. Ese mismo día, conocimos a una familia encantadora con la que conectamos desde el minuto uno. Una familia encantadora, con la que pasamos la mayor parte de la estancia en ese precioso escenario. El aita (papa) era profe en una guardería, la ama (mama) trabajadora social y sus dos encantadores peques, qué decir de ellxs más que eran buenisimxs y geniales compis de aventuras para Aysel. Y no podemos olvidarnos de Linda, su perrita! Con ellxs hicimos unas geniales cenas en el que fusionamos gastronomías, charlamos sin parar y nos conocimos aun mas. Gracias a ellxs pudimos dar un concierto y conseguimos que la gente conociera nuestra historia mediante las explicaciones en alemán que dieron y mediante el cuento que crearon en alemán que narraba nuestra historia. Agradecidos es poco! Tampoco olvidemos la ayuda que tuvimos del encargado del camping y dueño, ellos también quisieron aportar su granito de arena y hacer que nuestro sueño-proyecto continúe adelante!

Conclusiones de aprendiz de nómada: A veces cuesta ver que las cosas van a mejorar, cuando se mezclan factores que hacen días oscuros, sin gente que conocer, sin opción a correr por la calle sin pillar un catarro horroroso... Pero si, si hay días de colores después de días grises, solo hace falta esperar, PACIENCIA, eso es nuestro aprendizaje esta vez, y aun así tendremos que seguir entrenando!

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